Preguntas frecuentes sobre la visita guiada al Shakespeare’s Globe Theatre

Maria Ermitas Barrasa Rodriguez

¿Qué es el Shakespeare’s Globe?

El Shakespeare's Globe es una reconstrucción del Globe Theatre de 1599, el teatro isabelino donde se estrenaron muchas de las obras de William Shakespeare. El Shakespeare's Globe ofrece al público divertidas visitas guiadas a lo largo de todo el año.

Entonces, ¿no se trata del teatro original?

No, el teatro original fue demolido en 1644. La reconstrucción actual se encuentra a tan solo 230 metros de distancia de donde se encontraba el teatro isabelino original. El Shakespeare's Globe se diseñó para ser lo más fiel posible al edificio original, basándose en investigaciones académicas sobre sus características, su tamaño, su diseño y los materiales empleados para su construcción.

Entonces, ¿solo es una atracción turística?

No, el Shakespeare’s Globe, igual que el Globe Theatre original, es un teatro en el que se programan funciones regularmente. Se trata de un teatro al aire libre que reproduce todas las características de los teatros londinenses de la época isabelina. Además de su imponente escenario, el edificio cuenta con tres gradas cubiertas, pero la mayor parte del público permanecía de pie, a la intemperie, en la parte central del recinto. Por ese motivo, el Shakespeare’s Globe solo ofrece representaciones teatrales durante los meses más cálidos del año.

¿Hay visitas guiadas durante todo el año?

En efecto. Independientemente de la época del año en la que visites Londres, podrás explorar las instalaciones del Globe, sumergirte en la historia del teatro londinense y conocer más a fondo a su mejor dramaturgo: William Shakespeare. Las visitas no se suspenden debido a las inclemencias del tiempo. Eso sí, ten en cuenta que se trata de un teatro al aire libre, así que lleva ropa adecuada si cree que va a llover o a hacer frío. Durante la temporada de representaciones, que va de abril a octubre, las visitas terminan a mediodía.

¿En qué consiste la visita?

Básicamente, entrarás en el teatro para ver el escenario y las gradas cubiertas de la "O de madera". Descubrirás cómo se representaban las obras en la época de Shakespeare y cómo el teatro moderno trata de mantener el legado teatral de la época isabelina. Además, comprenderás los problemas prácticos y técnicos a los que se enfrentaba Shakespeare a la hora de desarrollar y representar sus obras. Te desvelarán la historia del edificio original y de su reconstrucción moderna. Y te presentarán a fascinantes personajes reales que hicieron del teatro lo que era entonces y lo que es hoy en día.

¿Algo más?

También hay una zona de exposición que puedes visitar a tu aire antes o después de la visita guiada.

¿Me puedo subir al escenario?

Lamentablemente, no. Está prohibido hacerlo por motivos de seguridad. A no ser que asistas al Shakespeare's Globe Theatre para hacer un taller o alguna actividad educativa, en ese caso, es posible que puedas pisar las tablas del escenario. De todos modos, durante la visita guiada, podrás verlo todo con todo lujo de detalles, casi como el propio personal artístico del teatro.

¿Podré acceder entre bastidores?

No hay mucho que ver entre bastidores en el Shakespeare's Globe, por eso tampoco se visita la parte trasera del escenario.

¿La visita dura tanto como Hamlet (la obra más larga de Shakespeare)?

Afortunadamente, no. La visita guiada dura unos 40 minutos. Aproximadamente una sexta parte de lo que dura la versión completa del gran éxito shakesperiano del famosísimo soliloquio: "ser o no ser".

¿Puedo reservar con antelación?

Puedes reservar tu entrada con antelación online. Si prefieres comprar la entrada en el día, te recomendamos que llegues pronto, de otro modo, te arriesgas a que se agoten. La visita menos concurrida suele ser la primera de la mañana, que comienza a las 9:30. Consulta la página web del Globe para hacerte una idea de la disponibilidad de plazas en los días de tu viaje.

Voy a ir con toda la pandilla. Seguramente, seremos 15 en total. Aunque tenemos a un par de elementos dudosos que tal vez se unan en el último minuto. ¿Podemos presentarnos sin reservar?

En primer lugar, enhorabuena por tu capacidad de convocatoria. ¿Has pensado en crear tu propia compañía de teatro? Está claro que conoces a gente suficiente como para montar una gran producción. Pero, respondiendo a tu pregunta: no. No podéis presentaros sin reserva si sois tanta gente. Tendréis que reservar con antelación una visita para todo el grupo.

¿Cuáles son los horarios de las visitas guiadas al Shakespeare's Globe?

Las visitas guiadas comienzan a las 9:30 y terminan a las 17:00. Excepto de abril a octubre, cuando hay representaciones. Durante esos meses, las visitas terminan a las 12:00. Además, es precisamente durante esos meses cuando las visitas están más solicitadas, ya que hace mejor tiempo. Como siempre, cuanto antes te acerques a por tus entradas, menos probabilidades habrá de que se agoten.

¿Hay vistas guiadas en algún otro idioma que no sea inglés?

No, todas las visitas se realizan en el idioma de Shakespeare. Pero calma, no utilizarán tantas florituras ni palabras antiguas como el famoso dramaturgo inglés. Lo que sí tienen a tu disposición son folletos informativos sobre la visita al Shakespeare’s Globe Theatre en varios idiomas: español, francés, alemán, italiano, polaco, ruso, chino simplificado, japonés, neerlandés, coreano, portugués, rumano, griego y húngaro.

¿Las visitas al Shakespeare’s Globe Theatre son accesibles para personas con discapacidad visual o auditiva?

Sí. Pide más información en la taquilla sobre las visitas accesibles en caso de asistir con personas con discapacidad auditiva o visual.

¿Cómo se llega al Shakespeare’s Globe Theatre?

El Shakespeare's Globe está situado en el Southbank, junto al río Támesis. Se encuentra en 21 New Globe Walk, en pleno corazón de Londres, igual que el Globe Theatre original de 1599. Por este motivo, es muy fácil llegar de diferentes maneras:

  • Puedes dar un agradable paseo junto al Támesis desde alguna atracción turística cercana, como la Tate Modern o el Borough Market. Es una forma estupenda de llegar a esta joya del teatro londinense mientras disfrutas de unas vistas inmejorables del río y de la ciudad.
  • También puedes llegar hasta el Globe pedaleando a lo largo de diferentes carriles bici.
  • Las estaciones de metro más cercanas son Blackfriars y Mansion House, ambas a 10 minutos a pie del teatro.
  • Los servicios de MBNA Thames Clipper de autobuses fluviales te dejan en el muelle de Bankside, justo al lado del teatro.
  • Hay aparcamiento limitado para titulares de la tarjeta azul en New Globe Walk.
  • Si viajas en tren, tienes la estación de Blackfriars a 10 minutos a pie, y la de London Bridge a 15 minutos.
  • Y si prefieres el autobús, tienes varias opciones: el 45, el 63 y el 100 tienen parada en Blackfriars; el 15 y el 17, en Cannon Street, y el 11, el 15, el 17, el 23, el 26 y el 7, en Mansion House.

¿Cuánto cuesta la visita guiada al Shakespeare's Globe Theatre?

Hay entradas para la visita guiada al Shakespeare’s Globe Theatre desde 17 £. También existen descuentos para menores de 16 años, para personas mayores (de 60 años en adelante), para estudiantes (presentando un carné válido) y para familias. La visita guiada al Shakespeare's Globe Theatre está incluida en The London Pass®, por lo que, si cuentas con un pase, no tendrás que pagar nada al llegar.

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Los imprescindibles del Museo Británico

El British Museum (Museo Británico) es uno de esos museos en los que te puedes pasar el día entero y salir con la sensación de que no has visto ni una décima parte de su mastodóntica colección. Y por lo tanto es uno de esos sitios a los que siempre merece la pena volver. Fundado en 1753, el Museo Británico es uno de los museos más populares de Londres. ¿Qué ofrece el Museo Británico? ¿Impresionante arquitectura? Sí. ¿Asombrosas exposiciones? También. ¿Una extraordinaria colección de más de ocho millones de objetos que abarcan dos millones de años de historia de la humanidad? Por supuesto. Además, este fascinante museo cuenta con algunos de los objetos históricos más famosos del mundo. Entendemos que esta descripción puede resultar ligeramente abrumadora, ¡pero no temas! Te hemos preparado una lista con las diez piezas imprescindibles del Museo Británico para que tú solo tengas que preocuparte de disfrutar de la visita. Nuestra selección incluye: Piedra Rosetta Momia de Katebet Relieves asirios Frisos del Partenón de Atenas Ajedrez de la isla de Lewis Armadura samurái japonesa Moai de la Isla de Pascua Cabeza del faraón Amenhotep III Tesoro del Oxus Yelmo de Sutton Hoo 1. Piedra Rosetta La Piedra Rosetta es la pieza más famosa que verás en el Museo Británico, o al menos la más visitada de la colección. Se trata de una tablilla de piedra tallada en la que puede leerse un decreto del año 196 a. C. en tres idiomas diferentes: en la parte superior, en jeroglíficos egipcios; en la parte intermedia, en demótico (una escritura egipcia más moderna que los jeroglíficos), y en la parte, inferior en griego antiguo. Gracias a eso, la famosa Piedra Rosetta se convirtió en una pieza clave a la hora de descifrar los misteriosos jeroglíficos egipcios. La piedra fue descubierta por soldados franceses en 1799 y, más adelante, pasó a manos británicas. (Sala 1) 2. Momia de Katebet Otro de los atractivos principales del Museo Británico son sus salas repletas de momias asombrosamente conservadas. Y quizá la más impresionante de todas ellas sea la de Katebet, cantante del dios Amón. Envuelta en lino y con una llamativa máscara dorada, la pieza se remonta nada menos que al año 1300 a. C. En la misma sala, se encuentra también otra momia de mujer, posiblemente también sacerdotisa de Amón Ra, apodada como la "momia de la mala suerte" (The Unlucky Mummy) porque a ella se le atribuyen multitud de desgracias, ¡incluido el hundimiento del Titanic! Pero bueno, eso ya son leyendas que no tenemos por qué creernos, ¿verdad? (Sala 63) 3. Relieves asirios de la cacería del león Las impresionantes tablillas de bajorrelieves asirios de cacerías de leones del palacio real de Asurbanipal en Nínive es otra de las joyas imprescindibles que todo el mundo debería ver en el Museo Británico. Descubiertas en 1853 por el arqueólogo asirio Homuzd Rassam, las asombrosas representaciones son inquietantemente realistas y un innegable testimonio de la genialidad artística del pueblo Asirio. También en la zona de Oriente Medio, se encuentran los imponentes leones alados con cabeza humana, que te darán una idea del poderío del imperio Asirio es su época de esplendor. (Sala 10 y sala 6a) 4. Frisos del Partenón de Atenas Los llamados mármoles de Elgin (Elgin Marbles) incluyen estatuas procedentes de los frontones, las metopas y el friso del Partenón de Atenas. El hecho de que se encuentren en el Museo Británico no es un hecho carente de polémica y es fuente de desacuerdo entre el gobierno británico y el griego. Pero polémicas aparte, estos maravillosos relieves y esculturas del siglo V a. C. son de una belleza que quita el aliento, así que te recomendamos que no te los pierdas bajo ningún concepto. (Sala 18) 5. Ajedrez de la isla de Lewis Imagen propiedad del Museo Británico Esta increíble colección de piezas de ajedrez, descubierta en 1831, está tallada principalmente en marfil de morsa y diente de ballena. Las estatuillas representan con maravilloso detalle a las diferentes piezas del juego, como el rey, la reina, los alfiles, etc., y datan de alrededor del año 1200 d.C. Se descubrieron en Escocia, frente a la isla de Lewis, antiguamente parte del Reino de Noruega. Se cree que pertenecieron a un mercader que viajaba entre Dublín y Noruega. (Sala 40) 6. Armadura de samurái Esta llamativa armadura de samurái, guerreros de élite en Japón desde el siglo XII hasta el XIX, está compuesta por varias piezas procedentes de diferentes épocas. Entre ellas, una coraza a prueba de balas del siglo XVI y elaboradas piezas para el cuello y las piernas del siglo XVIII. Acompaña a la armadura un imponente casco y el arma típica de los samuráis: la katana. (Sala 93) 7. Moai Hoa Hakananai'a Imagen propiedad del Museo Británico Esta hermosa estatua forma parte del legado de una tradición ya desaparecida, se conoce como moai Hoa Hakananai'a (amigo perdido u oculto) y proviene de la Isla de Pascua. Estas esculturas se construían para honrar a los antepasados sagrados. La pieza llegó a Gran Bretaña en 1868. Fíjate bien en los detalles, ya que esta fascinante estatua de basalto presenta tallas de pájaros y anillos en parte de la espalda. Sin duda, una de las mejores cosas que se pueden ver en el Museo Británico. 8. Cabeza colosal del faraón Amenhotep III Esta escultura de granito rojo fue uno de los muchos encargos del faraón Amenhotep III (o Amenofis III). Solo la cabeza pesa unos increíbles 3600 kilos. Quién sabe cuánto pesaría en su día la estatua completa. Descubierta en el Templo de Mut, fue adquirida por el arqueólogo británico Henry Salt en un almacén de El Cairo. Se cree que el rostro, originalmente de Amenhotep III, fue retocado después para que se asemejara al faraón Ramsés II. (Sala 4) 9. Tesoro del Oxus Estas delicadas reliquias persas se fabricaron entre el año 500 y el 400 a.C., y siguen impresionando miles de años después. El Museo Británico alberga una de las colecciones de oro aqueménida más importantes del planeta. El tesoro del Oxus, integrado por miniaturas de carros de caballos, sellos, brazaletes, anillos, monedas, jarras y objetos personales, no solo destaca por su belleza y maestría, también ha sido crucial en la investigación del arte de la orfebrería aqueménida. (Sala 52) 10. Yelmo de Sutton Hoo Imagen propiedad del Museo Británico Este yelmo anglosajón fue descubierto en un barco funerario altomedieval de Sutton Hoo, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Gran Bretaña. Se cree que formaba parte de la colección de un rey o un noble de la zona. La restauración del yelmo fue realmente complicada, ya que la pieza se había hecho añicos. Sin embargo, consiguió reconstruirse para finalmente revelar su imponente máscara y su distintiva forma. Una pieza maravillosa, sin duda. (Sala 41) Ahorra en Londres con The London Pass® Y hasta aquí nuestra selección de las 10 piezas imprescindibles del Museo Británico. Esta selección debería bastarte para disfrutar de una visita al British Museum sin agobios y con tiempo para detenerte en los detalles e incluso para dar un poco de espacio a la improvisación. Deambula por las salas y déjate llevar por el instinto, el museo está plagado de tesoros, por lo que no hay error posible. La entrada al Museo Británico, como probablemente ya sabrás, es gratuita. Pero si quieres disfrutar de otros planes culturales en la ciudad a precios reducidos, no dudes en consultar las ventajas de The London Pass® en Londres. Descubrirás montones de atracciones turísticas y actividades divertidas a unos precios increíbles. Por ejemplo, no muy lejos del museo, tienes la imponente Catedral de Saint Paul's o el encantador Puente de la Torre de Londres. ¡Por mencionar solo un par!
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
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10 datos curiosos sobre la Abadía de Westminster en Londres

La Abadía de Westminster es una gran iglesia abacial de estilo gótico a orillas del Támesis, y posiblemente el edificio religioso más famoso de Londres y de todo el Reino Unido. Una visita a la Abadía de Westminster te transportará a través de más de un milenio de historia. Además, no es solo un centro religioso importante, sino, como veremos, también un lugar clave para la monarquía, las artes y las ciencias. Por lo que no es de extrañar que sea uno de los puntos culminantes de muchos itinerarios londinenses. No solo por la importancia del monumento en sí, sino además por la zona en la que se encuentra: a dos pasos de las famosísimas Houses of Parliament y del emblemático Big Ben. Como ves, es un lugar fascinante que, sin duda, te recomendamos visitar durante tu viaje a Londres. Y, para que tu visita sea aún más interesante, hemos recopilado 10 datos curiosos sobre la Abadía de Westminster que te contamos a continuación. Como, por ejemplo: Quién tiene un mausoleo en la abadía Cuándo se construyó Cómo se llama en realidad 1. Es "peculiar" De hecho, es lo que se llama una Royal Peculiar. Seguro que te estás preguntando lo que es eso. En pocas palabras, lo que significa es que la Abadía de Westminster no depende de ningún obispado ni tampoco forma parte de una diócesis. Depende exclusivamente de la Monarquía Británica. Este concepto se ideó en la época anglosajona para que las iglesias pudieran mostrar su lealtad al monarca y no a un obispo local. Hoy en día, las Royal Peculiars se mantienen por cuestiones de tradición y por razones organizativas, más que por la necesidad de las iglesias de aliarse con el monarca y distanciarse de obispos problemáticos. 2. En ella se celebran las coronaciones reales La Abadía de Westminster ha sido el escenario de todas las coronaciones reales desde 1066. Todos los monarcas ingleses y británicos desde Guillermo el Conquistador han sido coronados en la abadía (excepto los que nunca fueron coronados formalmente: Eduardo V y VIII). La ceremonia de coronación no ha cambiado mucho durante los últimos 1000 años. El arzobispo de Canterbury celebra la ceremonia, en la que el monarca jura defender la ley y la Iglesia. Tras el juramente, el monarca es ungido con óleo sagrado y coronado formalmente. 3. Es uno de los lugares favoritos de la familia real para casarse Sí, la Abadía de Westminster ha acogido un gran número de bodas reales a lo largo de los años, incluida la del Príncipe Guillermo con Kate Middleton en 2011. Ellos no fueron los primeros en considerar la abadía el lugar perfecto para darse el "sí, quiero", ni mucho menos. El rey Enrique I se casó aquí con Matilde de Escocia en el año 1100, y la abuela de Guillermo, la reina Isabel II, también se casó aquí con el príncipe Philip en 1947. Eso, sí, si sueñas tú también con casarte aquí y tu pareja no es de sangre real, más vale que empieces a buscar en tu árbol genealógico a ver das con algún pariente lejano de sangre azul. 4. Es el Valhalla británico A menudo se hace referencia a la Abadía de Westminster como el Valhalla británico. En la mitología nórdica, el Valhalla es el lugar de descanso final de los guerreros elegidos. No hace falta guerrear para que te entierren en la Abadía de Westminster, pero sí que es necesario ser de sangre real o haber hecho una gran aportación a las ciencias, las artes o la política británicas. En total, 17 monarcas están enterrados o tienen monumentos conmemorativos en la Abadía de Westminster. Hay alrededor de 3300 personas enterradas o conmemoradas en la abadía. Entre ellas, Charles Dickens, Isaac Newton, Charles Darwin, Isabel I de Inglaterra, Leonor de Castilla, María I de Escocia, etc. 5. Lleva usándose con motivos religiosos más de un milenio La Abadía de Westminster lleva utilizándose con fines religiosos desde el siglo X, cuando los monjes benedictinos celebraban aquí su culto. Fue en el siglo XI cuando se utilizó por primera vez como iglesia real, ya que Eduardo el Confesor ordenó que se construyera una iglesia funeraria real en este lugar, justo al norte del Támesis. El edificio actual se empezó a construir en 1245 y tardó más de 100 años en terminarse. Desde entonces, muchos reyes y reinas han realizado ampliaciones, como la impresionante capilla de Enrique VII, con su magnífico techo de bóveda de abanico. 6. Un montón de grandes poetas descansan en la Abadía de Westminster Hasta tal punto, que una sección de la abadía se llama Poet's Corner (Rincón de los Poetas). El primer poeta enterrado en Westminster fue Geoffrey Chaucer, autor de Los cuentos de Canterbury. Otras grandes figuras de las letras que descansan en la abadía o a las que se conmemora en el Poet's Corner son William Shakespeare, Jane Austen, T. S. Eliot, John Milton, las hermanas Brontë y William Blake. Mantente alerta, porque los homenajes no solo son en forma de placa o mausoleo, puedes encontrar nombres inscritos en las paredes, el suelo e incluso en las vidrieras. 7. La Silla de la Coronación se encuentra en la Abadía de Westminster La silla utilizada en todas las coronaciones reales desde 1308 ocupa un lugar de honor en la Abadía de Westminster. Una inspección minuciosa de la silla ceremonial, también conocida como la Silla del Rey Eduardo, revela que está cubierta de grafitis. Las marcas son obra de visitantes de los siglos XVIII y XIX. Los niveles de seguridad han aumentado desde entonces, por lo que es muy poco probable que puedas emular a los grafiteros y grafiteras de siglos pasados durante tu visita. ver, pero no tocar. 8. Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO La Abadía de Westminster fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. También es un monumento histórico protegido clasificado de Grado I. Como atracción turística y museo, la Abadía de Westminster atrae a más de un millón de visitantes al año. Y ya conoces el dicho, millones de personas no pueden estar equivocadas. Acércate hasta esta joya arquitectónica durante tu viaje a Londres y compruébalo con tus propios ojos. 9. Su inclusión en El Código Da Vinci provocó mucha desinformación La Abadía de Westminster aparece en la novela de Dan Brown El Código Da Vinci. Esto hizo que el número de visitantes a la abadía aumentase, ya que despertó la curiosidad de montones de fans de la novela por ver de cerca uno de los escenarios clave del libro. Pero la novela contenía muchas inexactitudes (al fin y al cabo, es una obra de ficción). El personal de la abadía, para intentar aclarar las cosas, publicó hojas informativas para guías y visitantes en las que se explicaba los hechos reales que diferían de lo que se contaba en la novela. Ya sabes: no te fíes de todo lo que lees, ¡sobre todo si es una obra de ficción! 10. En realidad no se llama Westminster Abbey Hemos dejado lo más importante para el final: Westminster Abbey en realidad no se llama Abadía de Westminster. Su verdadero nombre es Collegiate Church of Saint Peter at Westminster (Colegiata de San Pedro en Westminster). No es tan pegadizo, ¿verdad? Así que casi mejor que se haga referencia a ella como Abadía de Westminster, sea cual sea su verdadero nombre. Cuenta la leyenda que la iglesia se dedicó a San Pedro porque un joven pescador del Támesis tuvo una visión del santo en el lugar exacto en el que se encuentra hoy la abadía. Pero ojo, ya hemos hablado sobre la credibilidad de ciertas historias y las leyendas. Ahorra en Londres con The London Pass® Y hasta aquí los 10 datos curiosos sobre la imponente Abadía de Westminster. Recuerda que la entrada a este monumento y a muchos otros de la cuidad están incluidos en The London Pass®. Consulta sus ventajas y descubre la mejor manera de aprovechar tu viaje al máximo mientras ahorras en las entradas para las mejores atracciones y actividades de Londres.
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez

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